Hasta hace muy poco, la Iglesia católica, actuando de acuerdo con el Estado irlandés, dirigía una red de instituciones para ocultar, castigar y explotar a las «mujeres descarriadas». En las lavanderías de la Magdalena se recluía a niñas y mujeres y se las condenaba a la servidumbre. Y en los hogares para madres y bebés se escondía la incómoda existencia de las miles de mujeres que se quedaban embarazadas fuera del matrimonio el aborto era ilegal para, en la mayoría de los casos, dar a sus hijos en adopción, a menudo sin consentimiento y sorteando la ley.
Las tasas de mortalidad en aquellos lugares eran abrumadoramente altas. En 2014, el descubrimiento de una fosa infantil masiva en el hogar de Tuam que fue noticia en todo el mundo obligó al Estado a poner en marcha varias comisiones de investigación. Sin embargo, el funcionamiento de los propios centros y el tejido de la cultura que los sustentaba un entramado industrial ignominioso han estado, y aún están, envueltos en el secretismo y el silencio. Para innumerables personas, la búsqueda de respuestas continúa.
Caelainn Hogan ha visitado los emplazamientos de los conventos y residencias y estudiado documentos de la Iglesia y del Estado. Ha hablado con supervivientes, con miembros de las órdenes religiosas que los dirigían y con sacerdotes y obispos que predicaron el evangelio de la vergüenza femenina. Con gran tenacidad y perspicacia, ha construido un relato prodigioso y a menudo conmovedor de cómo una sociedad entera se confabuló con este sistema represivo y del daño causado a los afectados y sus familias.