Nuestra época acumula un creciente número de evidencias de que algo verdaderamente oscuro amenaza el futuro de nuestro planeta. La civilización parece en vías de derrumbarse, aun cuando este proceso se prolongue durante muchas décadas. Ante esta crisis, que para las élites es de orden existencial, Jason Moore ofrece un diagnóstico de largo recorrido. Le da el nombre de la Gran Implosión y lo considera el resultado más probable, no tanto de la irresponsabilidad y el consumismo de una Humanidad esencializada y dicha en mayúscula, como de las contradicciones del Capitaloceno, la gran era del capital.