Este volumen comprende el material aparecido en el álbum Idées Noires L'Integral
Un día, por azar, mientras dibujaba Gastón, Franquín vio en el techo un ojo socarrón. Abrió la ventana, y en el cielo de Bruselas estaba mirándole el ojo cual centinela. Emprendió entonces un largo crucero por los cuatro rincones del mundo entero. ¡Todo fue en vano! A dondequiera que fuera el ojo le seguía tenaz, cual oronda tetera. Al final, decidió dejar sin respuesta el enigma y tomarse el trabajo como si fuera un estigma. El acero de su pluma, templado en tinta china, laceraba el papel con temible inquina. Cuando terminó, miró la página curioso (vio que era una "Idea Negra") y aulló rabioso. En el techo, en efecto, ya no había nada: el ojo, desde la página, soltó una carcajada.