Alguien avisa a la editorial Almacén de análisis para que se hagan cargo de una serie de textos hallados en un piso de alquiler cuyos ocupantes se han marchado. Los textos, pertenencientes a uno de los inquilinos en concreto, Francisco, apodado El jilguero, son un compendio filosófico y autobiográfico que la editorial se encarga de ordenar y clasificar, a la vez que va descubriendo quién es y qué hizo Francisco.