CARRASCO, MATILDE / PÉREZ CARREÑO, FRANCISCA / BOZAL, VALERIANO / ALCARAZ, MARÍA JOSÉ / JAQUES, JÈSSICA / IBAÑEZ, JORDI / RUBIO, SALVADOR / THIEBAUT,
Acostumbramos a hablar del mundo de la ficción como si
	a un texto o una imagen le correspondiera uno y solo un
	mundo, como si una novela representara todos los estados de
	cosas y los hechos de ese mundo. Sin embargo, los estados de
	cosas descritos y los hechos narrados en una novela no dibujan
	un mundo en su totalidad, ni siquiera son todos los que necesitamos
	para entenderla. El mundo desborda el texto de la obra
	y a la propia la obra, que sería ilegible sin ese mundo sobre el
	que tiene sentido. El lector hace inferencias, establece hipótesis,
	llega a conclusiones y adopta actitudes más o menos deliberadamente
	haciendo uso de supuestos y creencias que no
	son explícitas, sino que tienen que ver con ese mundo de trasfondo.
	Los personajes adultos han tenido una infancia, las emociones
	que motivan sus actos tienen una historia, cuando la
	acción deja de centrarse en ellos, siguen existiendo, los acontecimientos
	siguen teniendo consecuencias, las geografías de los
	lugares preexisten o en todo caso se suponen el escenario permanente
	de las historias, etc.