"La losa que sella el sepulcro de Francisco Franco en el Valle de los Caídos, sella también la memoria y el futuro de España. El final del franquismo trajo consigo una suerte de amnesia colectiva, un rechazo del pasado reciente y la necesidad desesperada de olvidar aquellas caducas ideologías y resistencias que habían protagonizado la oposición antifranquista. ¿Por qué la sociedad española, justo en el momento en que no había fuerza opresora, reprimió su pasado y sus ansias rupturistas? Lo queramos o no, el franquismo no era meramente un régimen dictatorial, sino que abastecía a la sociedad española de la droga del desencanto. Sin el dictador, se acaba el desencanto y comienza el «mono». Sin él, no es viable desmantelar las estructuras y el Estado franquista, es imposible comenzar de cero. El régimen pervivirá dentro de la democracia." Información de la editorial