Este libro se hace cargo de la situación actual de la filosofía, sobre la cual hay un consenso bastante generalizado. Esta se encuentra –se dice– desprestigiada y minusvalorada, tanto en el sistema educativo formal, donde cada poco tiempo se diseñan nuevos planes que la ningunean, como en el ámbito de la cultura informal, en el que la metafísica, la epistemología o la estética suenan a vocablos abstrusos, cuando no vetustos y pasados definitivamente de moda.
Al hilo de esta cuestión, la obra, en la que participa una nómina muy relevante de filósofos españoles, se articula en torno a cuatro ejes: las relaciones de la filosofía con los poderes públicos y con las ciencias conforman los dos primeros; el tercero examina la erosión del modelo humboldtiano de articulación entre las ciencias y la filosofía y sus consecuencias en la enseñanza universitaria; por último, el cuarto estudia la relación entre la filosofía y la cultura.
Este libro proporciona elementos de juicio que permiten formarse una conciencia crítica, y no parcial, tópica o prematuramente prejuiciosa, sobre la situación actual de la filosofía.