Un joven madrileño pasa sus días cuidando de su madre enferma, callejeando con su amigo el Gordo y anotando frases inconexas en el Bar Urgel, impulsado por una vaga ambición de hallar una trascendencia, un sentido a su aciaga existencia. Entre pinchos de tortilla y cervezas el protagonista se siente a veces acorralado por una masa coral que corrobora la insufrible decadencia política y social que ve a su alrededor.