Toda obra de Gianni Rodari es esencial; en este
caso, la sencillez del texto -un razonamiento
deductivo, o silogismo- se viste a la perfección con
los collages de Silvia Bonanni. El relato sigue una
sucesión lógica y escalonada sobre el origen de un
objeto cotidiano, que culmina en lo más profundo
y, a la vez, hermoso de la naturaleza: para lograr
algo muy grande, a veces basta con lo mínimo. Un
libro que aúna la elegancia de la geometría,
siguiendo una estructura literaria circular, con la
fragancia de la poesía y la originalidad de la
propuesta estética.